El Buró de Crédito – un término que despierta la intriga y la curiosidad en la mente de muchos. A menudo es aclamado como un salvador y un villano, con opiniones contradictorias que giran en torno a su existencia. Pero en medio de todos los mitos y verdades que rodean a la Oficina de Crédito, una cosa es cierta: tiene un inmenso poder e influencia sobre nuestras vidas financieras.
Los burós de crédito, también llamados agencias de informes crediticios, son almacenes de información que recopilan datos sobre millones de consumidores y los recopilan en un informe. Los prestamistas usan esta información cuando deciden aprobar o denegar solicitudes de préstamos y tarjetas de crédito, y cuando establecen los términos de esos préstamos, como las tasas de interés.
Cuando lee sobre crédito, hay muchos consejos que pueden ser difíciles de entender si es ficción crediticia o realidad crediticia. Muchas de estas afirmaciones pueden tener graves consecuencias si las sigue, por lo que es importante poder separar el mito de la realidad. Algunos de estos mitos se basan en conceptos erróneos sobre cómo funcionan las agencias de crédito. Puede ser confuso entender cómo se supone que deben funcionar y qué papel juegan en el proceso de préstamo.
En el mundo de los puntajes de crédito y el bienestar financiero, abundan los mitos y los conceptos erróneos. Uno de esos mitos que a menudo causa preocupación y preocupación innecesarias es la creencia de que revisar su informe de crédito reducirá su puntaje de crédito.
Contrariamente a la creencia popular, revisar su informe de crédito no reduce su puntaje de crédito. De hecho, revisar regularmente su informe de crédito es una práctica financiera responsable que puede ayudarlo a mantenerse informado sobre su salud crediticia y detectar posibles errores o actividades fraudulentas. Las agencias de crédito entienden la importancia de que los consumidores sean proactivos en el monitoreo de su crédito y, como resultado, no penalizan a las personas por revisar sus propios informes de crédito.
Las consultas de crédito se refieren a las solicitudes realizadas por prestamistas o acreedores para acceder a su informe de crédito. Hay dos tipos de consultas de crédito: consultas duras y consultas suaves.
Es posible que haya escuchado que un prestamista verificará su informe crediticio en una de las tres agencias de crédito al consumidor a nivel nacional.
El objetivo principal de una oficina de crédito es recopilar información sobre su historial financiero y crear un informe para posibles prestamistas.
Las agencias de informes crediticios recopilan datos sobre la actividad crediticia de los consumidores, calculan sus puntajes crediticios y venden sus informes a los prestamistas. Los informes de crédito que brindan estas agencias incluyen su información de identificación (nombre, fecha de nacimiento, número de Seguro Social y direcciones), una lista de cuentas de crédito actuales y anteriores e historiales de pago, y un resumen de sus hábitos de préstamo. Los puntajes de crédito que se crean a partir de esta información se venden a los prestamistas para que los utilicen en la toma de decisiones sobre préstamos.
Cada vez que solicita un préstamo, ya sea una hipoteca, un préstamo para automóvil o una tarjeta de crédito, un posible prestamista quiere saber la probabilidad de que pague lo que pidió prestado. Para averiguarlo, analizan su historial de préstamos, incluido cuánto ha pedido prestado en el pasado, cómo ha pagado sus deudas y cuándo ha realizado los pagos a tiempo. Las agencias de crédito son almacenes de información que recopilan datos sobre millones de consumidores y se los proporcionan a los prestamistas, ayudándolos a tomar decisiones crediticias.
Sin embargo, un prestamista no depende únicamente de las agencias de crédito para decidir si aprueba o deniega una solicitud de préstamo. El prestamista también evalúa los ingresos actuales, los activos y otros factores del solicitante antes de tomar una decisión de préstamo. Además, el prestamista debe seguir ciertas pautas al obtener el informe crediticio de un consumidor e informarle sobre sus derechos.
Las agencias de crédito no son gratuitas, pero brindan un servicio valioso por una pequeña tarifa. Las empresas recopilan datos de lo que se conoce como “proveedores de datos” o empresas como bancos, corredores de hipotecas y cobradores de deudas que los envían a las oficinas para ayudar a crear informes crediticios sobre individuos. Los proveedores de datos están legalmente obligados a reportar información precisa, pero aún ocurren errores.
Además, las agencias de informes crediticios compran datos de una variedad de fuentes para crear sus informes y puntajes. Estos incluyen registros públicos, documentos judiciales y una variedad de otros proveedores de datos. Si bien las empresas son de propiedad privada, las agencias gubernamentales regulan sus operaciones y protegen los derechos de los consumidores.
También vale la pena señalar que las agencias de crédito no incluyen toda la información en su informe de crédito. Por ejemplo, su estado civil, registros médicos, hábitos de compra o datos transaccionales (como cuentas bancarias o pagos de teléfonos celulares) no se incluyen en los informes. Sin embargo, estos elementos pueden afectar su puntaje crediticio a través de una combinación de factores que incluyen cantidades insuficientes de crédito disponible o altos niveles de utilización.
Muchas personas piensan que reducir el número de cuentas abiertas tendrá un impacto positivo en la salud de su crédito. Sin embargo, este mito debe explorarse más a fondo, ya que el cierre de cuentas de crédito puede tener posibles efectos negativos en su puntaje de crédito.
Efectos negativos del cierre de cuentas de crédito:
Contrariamente a la creencia popular, cerrar cuentas de crédito en realidad puede tener efectos negativos en su puntaje de crédito. He aquí por qué:
Estrategias alternativas para mejorar los puntajes de crédito:
En lugar de cerrar cuentas de crédito, aquí hay estrategias alternativas para mejorar su puntaje de crédito:
¡Solicitar NO afecta su puntaje de crédito!